En la última semana, desgraciadamente, se están encontrando en diferentes acotados de nuestra comunidad liebres enfermas, con síntomatología que pudiera estar relacionada con el virus de la mixomatosis.
La FCLG, está en permanente contacto con el servicio de Caza y Pesca de la Junta de Castilla y León, a la espera de los resultados de los análisis toxicológicos de los laboratorios dónde se han derivado los ejemplares que se han encontrado enfermos o fallecidos, para su análisis.
Hasta que haya información oficial al respecto (repetimos que todavía no existe ninguna), queremos incidir en las recomendaciones, que el año pasado, publicó el Ministerio de Agricultura al respecto de la enfermedad en el lepórido, con la intención de reducir la mortandad y evitar en la medida de lo posible, la propagación del vírus.
1. No hay ningún problema en el consumo humano de la liebre, independientemente de que esté o no infectada por el virus de la mixomatosis. NO se transmite al humano.
2. Se considera muy recomendable NO TRANSPORTAR ejemplares de liebres (vivas o muertas), renunciando a llevarse el cadáver a casa, sobre todo si los ejemplares capturados pudieran presentar síntomas de la enfermedad.
3. Si se decide no consumir los ejemplares capturados, a sabiendas de que podrían ser portadores del virus, se recomienda ENTERRAR los cadáveres (si puede ser con CAL viva, mejor). NO quemar los cadáveres.
4. Si se decide transportar algún cadáver introducirlo con guantes de látex en una bolsa hermética que no permita la entrada o salida de moscas o mosquitos que puedan actuar como vectores de la enfermedad.
5. En caso de encontrar ejemplares vivos o muertos (que no estén en avanzado estado de descomposición), con síntomas evidentes de la enfermedad, se recomienda AVISAR a los agentes medio ambientales que corresponda en la zona, para que procedan a su traslado a los centros pertinentes para su análisis.
Esperemos que la temida enfermedad, si se confirma, no tenga una grave incidencia en nuestra liebre y la climatología a partir de ahora, con la bajada de las temperaturas, juegue en favor del lepórido.
